lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Publicidad?, no gracias.

Ante todo quiero disculparme con los seguidores habituales del blog por este largo periodo de inactividad pero otros asuntos requerían mi atención.

Este artículo que estas leyendo en este momento es más o menos un pensamiento en voz alta, o mejor dicho un pensamiento por escrito. Hace tiempo, mucho tiempo llegó a mis oídos una noticia que me impacto. En realidad no se ni siquiera si es autentica o una mera leyenda urbana un tanto particular porque en aquellos tiempos, remotos, no me preocupe en investigar su veracidad. Cosa que por otra parte era arto complicado ya que entonces no se tenían al alcance de la mano herramientas tan poderosas como por ejemplo Internet.
El caso es que me la creí sin más porque creo recordar que la noticia en cuestión apareció en un informativo de televisión. Se trataba de una fecha lejana que, la verdad, tampoco recuerdo aunque si se que rondaba nuestros días. El futuro que ahora vivimos.

La fecha marcaba en rojo un curioso acontecimiento que como ya he dicho antes a mi me impacto y me horrorizó a partes iguales. Y es que al parecer la todopoderosa y mundialmente conocida Coca-Cola lanzaría al espacio el primer anuncio que permanecería en orbita alrededor de nuestro planeta.

Si como lo oyes, o mejor dicho, como lo lees. Miraríamos al cielo y además del Sol, la Luna o las estrellas veríamos publicidad.

¡Que barbaridad!

Y claro, mi imaginación se disparó… primero seria solo la Coca-Cola pero seguro que no tardarían en llegar más anunciantes. Tantos que en poco tiempo tendríamos delante de nuestros ojos un decorado de película de ciencia-ficción. Neones brillantes de multitud de colores y formas inundarían el firmamento, recordándonos constantemente que hay que consumir tal o cual producto. De noche, las pocas estrellas que aun ganan el pulso a la contaminación lumínica quedarían eclipsadas por estos letreros espaciales.

Afortunadamente hasta la fecha nada de esto ha acontecido. Gracias a Dios el cielo sigue estando limpio.
Puede que la noticia fuera solo un bulo o puede quizás que todavía haya personas poderosas con algo de sentido común. Con un poco de lucidez.